México a 11 de octubre de 2021

 

C. Lic. Andrés Manuel López Obrador
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Estimado señor presidente:

La situación que vivimos a nivel mundial por la Covid-19 ha puesto a prueba a los sistemas sanitarios, políticos, económicos y educativos en las diversas naciones. Nuestro país no es la excepción.

En el caso educativo, como ha sucedido en el sistema de salud, se requieren grandes transformaciones para enfrentar el reto que ha implicado la pandemia, el confinamiento, la educación a distancia y el arribo a una nueva normalidad que demanda una nueva propuesta educativa que pueda preparar a la población ante riesgos de nuevas enfermedades y cambios climáticos.

A quienes hemos dedicado la vida al trabajo educativo, nos es claro que la propuesta educativa nacional no puede construirse verticalmente, es necesaria la participación de todos los actores del sistema educativo, particularmente ante una situación profundamente desigual de la realidad nacional y en particular de las escuelas en el país que requiere diagnósticos locales, no respuestas globales. La inequidad que se vive en los diversos puntos de nuestra geografía obliga a pensar en que es necesario pensar integralmente, pero actuar localmente. El diagnóstico y análisis de la situación de las diversas realidades de nuestro país no puede ser realizado a nivel central, demanda de toda la energía, compromiso y conocimiento del magisterio en sus contextos locales.

Hoy, más que nunca, nos queda claro que, en esta sociedad multicultural e intercultural, sólo el concurso de todos los actores educativos puede dar respuesta a la situación actual de la población estudiantil que demanda de la escuela, no sólo el acceso al conocimiento, sino el espacio socioafectivo, cultural y crítico que le permita salir fortalecido al enfrentar una pandemia mundial.

Compartimos la preocupación del gobierno de la 4T por enfrentar los modelos neoliberales que han impuesto sobre el mundo las grandes corporaciones, promoviendo una educación bancaria a través de una lógica autoritaria que niega y menosprecia las realidades culturales de las naciones. El neoliberalismo busca establecer un modelo único de sociedad y, por ende, de escuela, imponiendo los intereses económicos sobre los principios éticos, protegiendo al capitalismo financiero en un proceso hegemónico de control de los mercados, lo que implica el control de los consumidores y, por lo tanto, ejercer el privilegio de los capitales, desde una visión única del mundo.

Para emanciparse del neoliberalismo cultural, es fundamental construir los modelos educativos propios, emergidos de las lenguas, culturas y existencias nacionales reivindicando la presencia multicultural de sus habitantes. Dichos modelos se nutren de otras epistemologías, las del sur, las críticas, las contestatarias, las feministas, las de los pueblos indígenas y latinos, las de las clases trabajadoras, las de la juventud, las de la infancia, las de los discapacitados, las del mundo rural y el suburbano, las de las madres solteras, las de los migrantes, las de las familias y de muchas otras y otros. Se trata de fortalecer la escuela a partir de lo aprendido en la pandemia sobre solidaridad social, ayuda mutua, compromiso profundo de las y los trabajadores de la salud, trabajo cooperativo de las familias, necesidad de un nuevo diálogo con el planeta y la naturaleza. Todo ello, no será posible sin la articulación del magisterio con las
autoridades educativas locales y federales.

Ante la necesidad de ofrecer entornos seguros para la presencia en las escuelas, recuperación de las prácticas sociales, establecimiento de acuerdos mutuos colectivos para cuidarnos entre todos y todas, se requiere la construcción de múltiples respuestas educativas emergentes de trabajo colegiado.

Ante esta situación, queremos recuperar una carta que dirigió usted, señor presidente, a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación el 27 de mayo de 2019 donde, entre otros puntos, señaló:

“…Tengan la seguridad de que ahora que tenemos la responsabilidad de gobernar no vamos a retirar la mano que les tendimos cuando nos encontrábamos en la adversidad de la oposición y que no olvidaremos cuanto han aportado ustedes a la defensa de la justicia, la auténtica democracia y la dignidad”.

Quienes suscribimos este documento reconocemos que la CNTE ha mantenido sus principios éticos en su lucha por la transformación de la educación, la defensa de los derechos laborales del magisterio y la democratización del país. Es ahora, en estos tiempos inciertos que es necesario articular las acciones entre el gobierno federal, los gobiernos locales y las autoridades educativas para continuar la reparación del tejido educativo, tanto en los procesos de confianza, como en la respuesta justa de un gobierno que asume su responsabilidad ante múltiples y complejos retos, entre los que podemos señalar, la falta de acceso a plazas de trabajo por parte del normalismo formador de maestros de estado, los despidos, los interinatos casi permanentes y las pensiones precarias de docentes que han dejado sus vidas en la aulas, es decir, la inequidad de un magisterio fuertemente lacerado en los tiempos neoliberales. Confiamos en que el gobierno federal advierta las contribuciones que ha hecho el magisterio democrático para la
transformación de la educación.

Por todas las razones antes expuestas, los abajo firmantes atentamente le solicitamos la reinstalación de las mesas de trabajo entre el Ejecutivo Federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y ofrecemos nuestra participación en todo aquello que sea necesario para que se regrese a ese proceso inédito instalado por este gobierno de la 4T y el magisterio democrático.

Atentamente: Teresita Garduño, Hugo Aboites, Juan Manuel Rendón, Juan Leove Ortega, Antonia Candela, Tatiana Coll, Mauro Jarquín, Jorge Cázares, Magdalena Gómez, Paloma Saiz, Enrique Ávila y muchas firmas más recolectadas por medio de una petición en change.org, que se presentan a continuación:

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